By Gabriel Carrión, escritor (Opinión)
No paro estos días de escuchar en los medios de comunicación nacionales o regionales, a médicos, expertos, académicos y demás faunas, salir a la palestra sin ningún poder para opinar sobre los diversos síntomas que provocaría en sus especialidades el COVID-19. Esta semana, y debido a la salida de los niños el pasado domingo de su confinamiento, les ha tocado el turno a los psicólogos infantiles, y sobre todo a los pediatras que en tromba han salido a decir que el COVID-19 podría estar detrás de algunas inflamaciones abdominales, etc. Cuestiones que han sido incluso desmentidas por el Doctor Simón en su comparecencia de hoy, advirtiendo que muchos de los síntomas de los que hablan estarían relacionados con la enfermedad de Kawasaki y no con el COVID-19, dado que no existen estudios que demuestren nada de lo que dicen.
Una pediatra esta mañana en un programa de televisión nacional, a la vez que advertía de la peligrosidad de estos síntomas, advirtiendo que podrían acarrear una inflamación y hasta la muerte, se dejaba llevar para comentar que nadie se alarmase.
Con el COVID-19 parece que se están encontrando explicaciones para todo, manchas en la piel, que te pica un testículo, el COVID-19, que sopla el viento del norte el COVID, que no te pongas cerca de los que corren que su aire sale más fuerte, el COVID, que los guantes que portan los que dan la mascarilla en el metro pueden estar contaminados, etc. Es decir que hemos pasado de no saber que es dicho virus a ser todos unos expertos en el asunto. En mi caso prefiero mantener unas mínimas reglas de limpieza, y procurar mantener una actitud positiva en cuanto al tema, y acercarme lo menos posible, a esta especie de brujería médica que no parece conducir a nada y que genera más confusión que otra cosa. Quizá el refrán ese de «arrimar el ascua a su sardina» sea útil para identificar a los tontos del culo que, aún con título de médico, se dedican a profetizar sobre algo que desconocen totalmente. Es mi opinión.
(NOTA: Advertir que ahora mismo no existen estudios ni a favor ni en contra sobre cuestiones relacionadas con el COVID-19 salvo las objetivamente identificadas en las UCI y cuyos datos son difíciles de comprobar, dado que no se han realizado autopsias.)
Para comentar más: noticiasypalabras@gmail.com